Educado junto a su tío y tutor el eminente teólogo y astrónomo
Albertus Pighius (1490-1542), Stephen Wynants Pigge, tras cursar estudios en Lovaina y
pocos años después de la muerte de aquél, viajó a Italia dónde completó su
formación como filólogo y arqueólogo durante ocho años (1548-1555). Establecido en la
capital estuvo muy estrechamente vinculado a Rodolfo Pio da Carpi, posesor de una
extraordinaria colección de antigüedades, y al cardenal Marcello Cervini -futuro Papa
Marcello II- y su círculo, del que formaban parte los miembros de la Academia Vitruviana
(entre ellos Luis de Lucena), a quien interesaba, particularmente, la edición de textos
greco-latinos y de autores cristianos como también la de obras relacionadas con la
arquitectura, los monumentos y la topografía de la antigua Roma, la numismática y la
epigrafía antiguas. Así, el cardenal muy pronto encomendó al joven Pigge la
elaboración de una colección manuscrita de textos epigráficos (inscriptionum
antiquarum farrago, summo estudio ex marmoribus passim collecta atque in ordinem redacta
scholiis undique in gratiam philologorum adiunctis haud paucum illustrata), que éste
tuvo lista en 1554. Justo en esos años, también en Roma otros humanistas que componían
sus colecciones de textos epigráficos, como Jean Matal o Antonio Agustín, se daban cita
para intercambiar sus noticias. Así Pighius tuvo la oportunidad de conocerlos y recibir,
probablemente, a través de ellos algunos de sus textos.
En 1556, tras la muerte del Papa Marcello II, Pigge volvería a
los Países Bajos. En Bruselas fue nombrado secretario y bibliotecario de Antoine Perrenot
(1517-1586), el cardenal Granvella, consejero de Felipe II, para quien trabajó durante
catorce años y a quien dedicó algunas de sus obras como Themis dea seu de lege divina,
editada por Christopher Plantin en 1568. Sus investigaciones sobre temas mitológicos
complementadas con magníficos dibujos sobre iconografía le valieron la calificación de
"Eingang zur kunstmythologischen Forschung" (C. B. Stark, Systematik und
Geschichte der Archäologie der Kunst, Handbuch der Archälologie der Kunst, I,
Leipzig 1880, 104). Fundamentalmente a iconografía y a inscripciones entre ellas
hispanas- de dioses está dedicado también el manuscrito que se conserva en Berlín
(Staatsbibliothek Preußischer Kulturbesitz, lat. fol. 61) con espléndidas ilustraciones,
así como las syllogai pighianas menores de dicha biblioteca (lat. fol. 61 a, f y
h).
Tras catorce años al servicio del cardenal, por mediación de su
amigo el orientalista y diplomático, Andreas Masius, entró al servicio del príncipe
Karl Friedrich de Kleve, a quien acompañó en 1571 a Viena, donde asistió a la
coronación del archiduque Rudolf como rey de Hungría. Allí coincidió con otros
anticuarios como el diplomático Augerius Busbecquius (Ogier
Ghislain de Busbecq, 1522-1591),
descubridor del Monumentum Ancyranum con las res gestae del emperador
Augusto, que visitó España; también con el botánico Carolus Clusius (Charles de
l Écluse, 1526-1609), coautor en la edición de Ortellius del mapa de España, a la
sazón director de los jardines imperiales de Viena que también viajó a España; con el
anticuario Jakob Strada, y con el
aún joven humanista Justus Lipsius entre otros.
En 1574 Pigge acompaña al príncipe a Italia invitado por el Papa
Gregorio XIII para la celebración de la apertura del año Santo, viaje que describe en Hercules
Prodicius, seu Principis Iuventutis vita et peregrinatio.(Amberes 1587). En
esta obra, un verdadero itinerario arqueológico de Italia, además de narrar el viaje
junto al príncipe ofrece numerosos datos biográficos, entre ellos algunos de su primera
estancia en Roma. En varias ocasiones supo aprovechar el relato para la publicación de
epígrafes encontrados por él y repetidamente hace alusiones y se refiere a las
inscripciones y a las antigüedades de las numerosas colecciones romanas visitadas por él
entre 1548 y 1555. Tras su regreso a la corte vienesa fue nombrado canónigo en Xanten,
donde residió los últimos veintinueve años de su vida, gran parte de los cuales dedicó
a la preparación de dos grandes obras, los Annales Romanorum: qui commentarii vicem
supplent in omnes veteres historiæ Romanæ scriptores, en tres tomos, el primero
editado en 1598 y los dos últimos póstumos a cargo de Andreas Schotto (1615), y, los
nueve libros de los Dictorum factorumque
memorabilium (Lugduni 1587) de los romanos del orador Valerio Maximo, de la que se
hicieron numerosas ediciones, entre ellas una complutense en 1648 en la imprenta de María
Fernández.
Pigge en sus manuscritos recoge un buen número de inscripciones
hispanas. No hay constancia de ninguna estancia suya en la Península Ibérica, por tanto
sus textos no son producto de autopsias pero pudo tener fácil acceso a ellos gracias a
los círculos anticuarios en los que se movió al servicio de influyentes personalidades
de la esfera política: el círculo italiano a través de Cervini, el flamenco a través
de Granvella y el centroeuropeo a través del príncipe de Kleve. Sin embargo, en raras
ocasiones alude a las fuentes que maneja; para la Bética dice haber recibido algunas de Busbecq, aunque de sus copias se deduce que manejó las
colecciones que circularon entre los anticuarios a partir de mediados del siglo XVI, y
que, para esta circunscripción, dependían fundamentalmente de Juan Fernández Franco.
Para el resto se basó sobre todo en las copias recibidas por J. Matal, particularmente a
través de Antonio Agustín, así como en las de M. Accursio o B. Ramberto, pero curiosamente en sus textos de Complutum,
dos dedicaciones a Mercurio (CIL II 3027, 3028), una a las ninfas (CIL II 3029), y una funeraria que menciona un Vxamensis (CIL II 3036), de los cuales sitúa tres erróneamente en Salamanca,
depende de una fuente original cuya autoría desconocemos.
© H. Gimeno Pascual
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BIBLIOGRAFÍA: AE Hübner, Corpus Inscriptionum Latinarum II: Inscriptiones Hispaniae Latinae, Berolini 1869, pág. XI n. 21; J. H. Jongkees,
Stephanus Winandus Pighius Campensis, Mededelingen van het Nederlands Historisch
Instituut te Rome, 3de reeks, 8 (1954), 120-185; C. N. Fehrmann, Stephanus Winandus
Pighius (Steven Winand Pigge): een vermaarde 16e eeuwse Kamper humanist, Kamper Almanak,
1975-1976, 171-203; C. A. Calmeijer, De gebroeders Pighius, Kamper Almanak,
1983-1984, 171-1933; M. Daly Davies, Zum codex Coburgensis: Frühe Archäologie und
Humanismus im Kreis des Marcello Cervini, Antikenzeichnung und Antikenstudium in der
Renaissance (Akten des internationalen Symposions Coburg 1986), Mainz a. R., 1989,
185-199; H. Wrede, Die Themis Dea de S. V. Pighius, Antonio Agustin between Renaissance
and Counter-Reform, ed. by M. H. Crawford, London (1990) 1993, 189-201; M. Laureys,
Theory and practice of the journey to Italy in the 16th Century: Stephanus Pighius Hercules Prodicius, Myricae. Essays on neo-latin literature in memory of Jozef
Ijsewijn, ed. D. Sacré and G. Tournoy (Humanistica Lovaniensia XVI), Leuven 2000,
269-301.
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