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CORPVS INSCRIPTIONVM LATINARVM II
    
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STEPHANUS VINANDUS PICHIUS
(Stephen Wynants Pigge; Kampen 1520-Xanten 1604)
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Educado junto a su tío y tutor el eminente teólogo y astrónomo Albertus Pighius (1490-1542), Stephen Wynants Pigge, tras cursar estudios en Lovaina y pocos años después de la muerte de aquél, viajó a Italia dónde completó su formación como filólogo y arqueólogo durante ocho años (1548-1555). Establecido en la capital estuvo muy estrechamente vinculado a Rodolfo Pio da Carpi, posesor de una extraordinaria colección de antigüedades, y al cardenal Marcello Cervini -futuro Papa Marcello II- y su círculo, del que formaban parte los miembros de la Academia Vitruviana (entre ellos Luis de Lucena), a quien interesaba, particularmente, la edición de textos greco-latinos y de autores cristianos como también la de obras relacionadas con la arquitectura, los monumentos y la topografía de la antigua Roma, la numismática y la epigrafía antiguas. Así, el cardenal muy pronto encomendó al joven Pigge la elaboración de una colección manuscrita de textos epigráficos (inscriptionum antiquarum farrago, summo estudio ex marmoribus passim collecta atque in ordinem redacta scholiis undique in gratiam philologorum adiunctis haud paucum illustrata), que éste tuvo lista en 1554. Justo en esos años, también en Roma otros humanistas que componían sus colecciones de textos epigráficos, como Jean Matal o Antonio Agustín, se daban cita para intercambiar sus noticias. Así Pighius tuvo la oportunidad de conocerlos y recibir, probablemente, a través de ellos algunos de sus textos.

En 1556, tras la muerte del Papa Marcello II, Pigge volvería a los Países Bajos. En Bruselas fue nombrado secretario y bibliotecario de Antoine Perrenot (1517-1586), el cardenal Granvella, consejero de Felipe II, para quien trabajó durante catorce años y a quien dedicó algunas de sus obras como Themis dea seu de lege divina, editada por Christopher Plantin en 1568. Sus investigaciones sobre temas mitológicos complementadas con magníficos dibujos sobre iconografía le valieron la calificación de "Eingang zur kunstmythologischen Forschung" (C. B. Stark, Systematik und Geschichte der Archäologie der Kunst, Handbuch der Archälologie der Kunst, I, Leipzig 1880, 104). Fundamentalmente a iconografía y a inscripciones –entre ellas hispanas- de dioses está dedicado también el manuscrito que se conserva en Berlín (Staatsbibliothek Preußischer Kulturbesitz, lat. fol. 61) con espléndidas ilustraciones, así como las syllogai pighianas menores de dicha biblioteca (lat. fol. 61 a, f y h).

Tras catorce años al servicio del cardenal, por mediación de su amigo el orientalista y diplomático, Andreas Masius, entró al servicio del príncipe Karl Friedrich de Kleve, a quien acompañó en 1571 a Viena, donde asistió a la coronación del archiduque Rudolf como rey de Hungría. Allí coincidió con otros anticuarios como el diplomático Augerius Busbecquius (Ogier Ghislain de Busbecq, 1522-1591), descubridor del Monumentum Ancyranum con las res gestae del emperador Augusto, que visitó España; también con el botánico Carolus Clusius (Charles de l’ Écluse, 1526-1609), coautor en la edición de Ortellius del mapa de España, a la sazón director de los jardines imperiales de Viena que también viajó a España; con el anticuario Jakob Strada, y con el aún joven humanista Justus Lipsius entre otros.

En 1574 Pigge acompaña al príncipe a Italia invitado por el Papa Gregorio XIII para la celebración de la apertura del año Santo, viaje que describe en Hercules Prodicius, seu Principis Iuventutis vita et peregrinatio.(Amberes 1587). En esta obra, un verdadero itinerario arqueológico de Italia, además de narrar el viaje junto al príncipe ofrece numerosos datos biográficos, entre ellos algunos de su primera estancia en Roma. En varias ocasiones supo aprovechar el relato para la publicación de epígrafes encontrados por él y repetidamente hace alusiones y se refiere a las inscripciones y a las antigüedades de las numerosas colecciones romanas visitadas por él entre 1548 y 1555. Tras su regreso a la corte vienesa fue nombrado canónigo en Xanten, donde residió los últimos veintinueve años de su vida, gran parte de los cuales dedicó a la preparación de dos grandes obras, los Annales Romanorum: qui commentarii vicem supplent in omnes veteres historiæ Romanæ scriptores, en tres tomos, el primero editado en 1598 y los dos últimos póstumos a cargo de Andreas Schotto (1615), y, los nueve libros de los Dictorum factorumque memorabilium (Lugduni 1587) de los romanos del orador Valerio Maximo, de la que se hicieron numerosas ediciones, entre ellas una complutense en 1648 en la imprenta de María Fernández.

Pigge en sus manuscritos recoge un buen número de inscripciones hispanas. No hay constancia de ninguna estancia suya en la Península Ibérica, por tanto sus textos no son producto de autopsias pero pudo tener fácil acceso a ellos gracias a los círculos anticuarios en los que se movió al servicio de influyentes personalidades de la esfera política: el círculo italiano a través de Cervini, el flamenco a través de Granvella y el centroeuropeo a través del príncipe de Kleve. Sin embargo, en raras ocasiones alude a las fuentes que maneja; para la Bética dice haber recibido algunas de Busbecq, aunque de sus copias se deduce que manejó las colecciones que circularon entre los anticuarios a partir de mediados del siglo XVI, y que, para esta circunscripción, dependían fundamentalmente de Juan Fernández Franco. Para el resto se basó sobre todo en las copias recibidas por J. Matal, particularmente a través de Antonio Agustín, así como en las de M. Accursio o B. Ramberto, pero curiosamente en sus textos de Complutum, dos dedicaciones a Mercurio (CIL II 3027, 3028), una a las ninfas (CIL II 3029), y una funeraria que menciona un Vxamensis (CIL II 3036), de los cuales sitúa tres erróneamente en Salamanca, depende de una fuente original cuya autoría desconocemos.

 
 
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 BIBLIOGRAFÍA: AE Hübner, Corpus Inscriptionum Latinarum II: Inscriptiones Hispaniae Latinae, Berolini 1869, pág. XI n. 21; J. H. Jongkees, Stephanus Winandus Pighius Campensis, Mededelingen van het Nederlands Historisch Instituut te Rome, 3de reeks, 8 (1954), 120-185; C. N. Fehrmann, Stephanus Winandus Pighius (Steven Winand Pigge): een vermaarde 16e eeuwse Kamper humanist, Kamper Almanak, 1975-1976, 171-203; C. A. Calmeijer, De gebroeders Pighius, Kamper Almanak, 1983-1984, 171-1933; M. Daly Davies, Zum codex Coburgensis: Frühe Archäologie und Humanismus im Kreis des Marcello Cervini, Antikenzeichnung und Antikenstudium in der Renaissance (Akten des internationalen Symposions Coburg 1986), Mainz a. R., 1989, 185-199; H. Wrede, Die Themis Dea de S. V. Pighius, Antonio Agustin between Renaissance and Counter-Reform, ed. by M. H. Crawford, London (1990) 1993, 189-201; M. Laureys, Theory and practice of the journey to Italy in the 16th Century: Stephanus Pighius’ Hercules Prodicius, Myricae. Essays on neo-latin literature in memory of Jozef Ijsewijn, ed. D. Sacré and G. Tournoy (Humanistica Lovaniensia XVI), Leuven 2000, 269-301.
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