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CORPVS INSCRIPTIONVM LATINARVM II
    
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JACOBO STRADA
(Jacobo; Giacomo; Jakob; Mantua?, 1507?-Praga?/Viena?, 1588)
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Aprendiz en el taller mantuano del artista Giulio Romano (Giulio Pippi), el polifacético orfebre, arquitecto, editor, escultor, pintor y coleccionista de antigüedades Jacopo Strada fue considerado ya por sus contemporáneos más un dilettante, un aficionado en materia anticuaria, que un experto conocedor de la misma. Su formación como anticuario la adquirió, por un lado, en Roma, en diversas estancias entre 1530 y 1555 donde, al servicio de la corte pontificia, entablaría relación con los círculos humanistas de su órbita y, por otro, en Alemania donde ya en 1546 ejercía como pintor en Nuremberg. El patronazgo de los Fugger -en concreto de Hans Jakob, cuyo padre Raimundo había reunido una espléndida colección de antigüedades, entre ellas las inscripciones que fueron el punto de partida del libro de Petrus Apianus y Bartolomeus Amantius, publicado en Ingolstadt en 1534 (Inscriptiones sacrosanctae vetustatis, non illae quidem romanae, sed totius fere orbis) - no sólo le puso en contacto con los humanistas que rodeaban a la poderosa familia de banqueros y le financió en gran parte sus investigaciones sino que además pudo servirle de carta de presentación en algunos círculos, donde gozaba de mediocre reputación como historiador, filólogo, numismático o epigrafista, como manifiesta la autodefensa que desarrolla en una carta dirigida, en 1559, al archiduque Maximiliano, rey de Bohemia, contra las críticas negativas vertidas a propósito de sus conocimientos numismáticos por el cronista Wolfgang Lazius. También Antonio Agustín -quien le había recomendado a su amigo Onofrio Panvinio para la edición de los Fasti (Fasti et Triumphi Rom. a Romulo Rege usque ad Carolum V Caes. Aug. Regum, Consulum, Dictatorum, Magistror. equitum, Tribunorum Militum consulari potestate, Censorum Impp. & aliorum Magistratuum Roman. cum orientalium, tum occidentalium, ex antiquitatum monumentis maxima cum fide ac diligentia desumpta. Venetiis, J. Strada Mantovani, MDLVII) cuyo resultado fue nefando hasta el punto de hacerla inservible- en sus Diálogos de Medallas inscriciones y otras antigüedades (Tarragona, 1587, 131-132) lo incluye entre los que escriben latín sin saberlo: ... Pyrrho Ligori napolitano conocido myo gran antiquario y pintor, el qual sin saber latin ha escrito más de quarenta libros de medallas y edificios y otras cosas. Como puede ser que sin saber latin sepa escrivir bien destas cosas? Como escriven Humberto Volzio ( i. e. Hubert Goltz) y Enea Vico y Iacomo Estrada y otros que quien lee sus libros pensara q(ue) han visto y leido todos los libros latinos y griegos q(ue) hai escritos. Ayudanse del trabajo de otros, y con debuxar bien con el pinzel, hazen otro tanto co(n) la pluma

Si bien Strada, por sus actividades como coleccionista -especialmente de monedas-, bibliófilo y agente de compra de antigüedades para sus patronos, abordó muchos aspectos de los estudios clásicos, sin embargo por lo que pronto se haría conocido entre los anticuarios sería por su tratado numismático publicado en Lyon en 1553, Epitome thesauri antiquitatum, hoc est, Impp. Rom. orientalium et occidentalium Iconum, ex antiquis numismatibus quam fidelissime delineatarum, ex Musaeo Iacobi de Strada Mantuani Antiquarii. Por estas fechas fue, probablemente, cuando conoció en Roma a Antonio Agustín, con quien debió entablar cierta amistad; llama la atención no sólo que Agustín lo hubiera recomendado para la edición de Panvinio, sino que además le franquease su monetario donde Strada pudo reconocer 942 piezas que incluyó en una ingente obra, que nunca vería la luz, en la que presentaba las monedas de todo el mundo antiguo A(ureorum) a(rgenteorum) a(ereorum) numismaton antiquorum diaskeue, hoc est Chaldaeorum, Arabum, Libycorum, Graecorum, Hetruscorum, ac Macedoniae, Asiae, Syriae, Aegypti, Syculorum, Latinorum, seu Romanorum regum, a primordio Urbis, dein. coss. tempore reipub. & crescente adhuc, tam sub caess. Latinis, in occidente, quam Graecis impp. in oriente, declinante imperio p. r. deniq. hexarchorum, barbarorum principum ducumque, metallicorum eiconum explicatio. Ex musaeo Jacobi Stradae Mantuani antiquarii, civis Romani), de la que se conservan tres ejemplares manuscritos, uno en Viena en XI volúmenes, (Universitätsbibliothek, III 160898) otro en Praga (University Library VII A 1) y otro incompleto en Munich (Bayerische Staatsbibliothek Clm 163 y 164). Si sus dotes como numísmata defraudaron ya a algunos de sus contemporáneos por las manipulaciones ejercidas suo Marte, en lo que se refiere a la Epigrafía, la calidad de su legado, mucho más limitado, no es mejor.

Al margen del fracaso de los Fasti, Strada tuvo la intención de editar un gran corpus de inscripciones que contenía Septem libri antiquissimarum inscriptionum in praecipuis mundi partibus, praecipue in Europae, Asiae et Aegypti variis locis et urbibus mencionados en un catálogo del que se conservan varias copias manuscritas, que contiene los libros que él había compuesto por él mismo, los que habia mandado escibir y componer a sus expensas y otros que había adquirido y comprado. Probablemente en todas estas categorías habría que encuadrar las 5718 antiquísimas inscripciones, de las cuales 514 se presentaban cum suis ornamentis circumcirca, sicuti in ipsis marmoreis lapidibus et tabulis extant (CIL II p. IX), que contenían. Ésta debe de ser la misma obra para la que Strada, en 1573, solicita subvención en una carta a Maximiliano II (apud Jansen 1993, 236-237). Acorde con el momento en que otros humanistas como Martin Smetius (+1578) comenzaban a dar a sus corpora una estructura distinta a la geográfica, la obra se estructuraba más o menos por tipos de inscripciones e incluía unos índices al final. Es seguro que de esta obra debieron de formar parte las inscripciones de Hispania -la única parte de la recopilación de inscripciones de Strada que haya sobrevivido- que Strada editó como apéndice a sus Comentarios de César (C. Iulii Caesaris rerum gestarum commentarii XIV... ex musaeo & impensis Iacobi Stradae Mantuani S. C. M. Antiquarii et civis romani, Francofurti ad Moenum, MDLXXV) después del siguiente epígrafe aliae nunc et plures sequuntur propter antiquitatem inscriptiones lectu iucundissimae, quae per celeberrimas totius fere Hispaniae urbes magna adhuc ubique cum intuentium admiratione conspiciuntur: his proxime antecedentibus adiunctae, eo quod nominum quorundam propriorum, quae in ipso quoq(ue) C. Iulii Caesaris reperiuntur opere, fiat mentio agrupándolas en cierto modo según las provincias antiguas: primero parte de las de la Citerior (País Valenciano, Cataluña, Aragón, Murcia, Castilla-La Mancha y a continuación las de Complutum,); después las de Lusitania (Mérida, Cápara, Medellín, Alcántara, Badajoz, Capilla); las de la Bética (Sevilla, Lora, Morón, Osuna, Córdoba, Peñaflor, Puente de Pinos, Cártama, Écija, Marchena, incluye Cástulo, Martos, Arjona, Jaén, Cádiz); al final vuelve a la Citerior (Castilla-León y la zona Noroeste) y a Lusitania para acabar añadiendo algunas tomadas de la obra de Apiano. Lo que en esta recopilación salta a la vista es el interés por la identificación de los lugares antiguos y modernos, y, donde puede, Strada indica la concordancia. Es posible que fuera precisamente la búsqueda de testimonios epigráficos que permitieran situar los acontecimientos de las guerras desarrollados en Hispania la causa de la inclusión de las inscripciones hispanas pues, justo en las páginas que preceden, Strada añadió los nomina antiqua et recentia urbium, oppidorum, et locorum Hispaniarum Tarraconensis, Bethicarum et Lusitaniae, in quibus Epigrammata antiqua & Epitaphia visuntur. La lista empieza por las concordancias del reino de Aragón, después el reino de Valencia, Cataluña, Bética, Toros de Guisando, Galicia, Finisterrae, Lusitania. Strada en su colección de inscripciones hispanas, constituida con materiales de aluvión, difícilmente identificables en origen, parece no haber pretendido más que poner a disposición de los interesados los epígrafes hispanos que él pudo reunir tanto a través del círculo de los Fugger como del que rodeaba a Antonio Agustín. Algunas de sus lecturas entroncan con las tradiciones de las syllogai primitivas de Hispania, pero otras son por primera vez transmitidas por él. Como en sus obras numismáticas su inclusión de textos sin la mínima crítica justifica plenamente la recomendación de Mayans (Mayans 1999, p. 45) Stradae inscriptiones suspectas esse nisi aliunde illis fides conciliatur. J. Gruter, que manejó la "Hispanica" de Strada, ya relegó muchos de sus textos al capítulo de las falsas. Además de la falta de rigor y del desconocimiento generalizado de la res epigraphica, la abundancia de errores en la transcripción no sólo de los textos sino de los lugares de procedencia o de conservación evidencian que J. Strada carecía también de mínimos conocimientos sobre la topografía moderna de España. Así lo que precede a las tres únicas inscripciones (CIL II 3034. 3038. 3040) incluidas por Strada de Alcalá de Henares es Alcalá de Heuano, nunc Complutum Corpensanos. Sin embargo son de los pocos textos de Strada de los que podemos conocer la fuente que, en este caso, es la misma que la del Libro de Ocampo.

Essendo conossiuto per mondo provisionato de la Cesarea Maestà per Jacomo Strada Antiquario (carta a Maximiliano II apud Jansen 1993, 233) y, sobre todo al salvoconducto que le proporcionaba su vinculación a los Fugger y su relación con Antonio Agustín, no menos servicio le hizo haber sido aprendiz en el taller de Giulio Romano: sus aportaciones como arquitecto y escultor en las cortes de Bohemia y de Baviera también le valdrían la fama, el honor y la eterna memoria a la que aspiraba, como en época romana, todo artista de la época.

 
 
Strada de Tiziano
Strada de Tiziano
 
 
 BIBLIOGRAFÍA: E. Hübner, CIL II p. XIII. - Fritz Eheim, Ein Beitrag zur Biographie Jacopo da Strada’s [en]: Mitteilungen des Institutes für österreiche Geschichtsforschung (MIÖG) 71, 1963,124 ss. . - Dirk Jacob Jansen, Antonio Agustín and Jacopo Strada [en]: Antonio Agustín between Renaissance and Counter-Reform ed. by M. H. Crawford, London 1993, 211-246. - G. Mayans, Introductio ad veterum inscriptonum historiam litterariam, L. Abad y J. M. Abascal (eds.), Madrid 1999; http://aia.art-platform.com/strada.htm.
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