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El territorio (ager) de la ciudad carpetano-romana de Complutum, localizada en los arrabales occidentales de Alcalá de Henares, por un lado comprendía una parte –más de la mitad- del área de la Comunidad de Madrid, por otro excedía sus límites prolongándose hacia el este, por donde incluía una amplia franja de la provincia de Guadalajara. Fijar la extensión del antiguo ager complutense no es tarea fácil porque carecemos casi por completo de datos concretos, y los límites establecidos en el mapa no pueden reflejar más que cierta probabilidad. El único punto fijo lo determina el mojón (terminus) augustal de Colmenar Viejo (n. 155); parece pues que la linde con el territorio de Mantua (Perales de Milla/Villamanta) seguía la línea del Manzanares. Hacia el sur, la cuestión depende de si se considera Titulcia (con gran probabilidad situada en el lugar de la Titulcia moderna) como un municipio autónomo con su propio territorio o como parte del ager de Complutum. Por una serie de razones nos hemos decantado por la primera alternativa. Aceptando lo anterior, el límite habría cruzado el Jarama cerca, pero río abajo, de la desembocadura del Manzanares, puesto que la zona de Arganda parece que pertenecía al territorio complutense, a juzgar por un miliario de la calzada Complutum-Titulcia-Toletum encontrado en el despoblado de Valtierra cerca de Arganda que cuenta la distancia -14 millas- a partir de Complutum (Mil n. 3) , detalle que permite suponer que este punto todavía se encuentra dentro del territorio de dicha ciudad. A partir de allí, sin embargo, el límite es muy inseguro por falta de datos y de marcados accidentes naturales, pudiéndose afirmar solamente que el ager complutense colindaba con los territorios de Ercavica (cerca de Cañaveruelas, Cuenca) por el este y de Segontia (Sigüenza, Guadalajara) por el noreste. Más seguro es, por el contrario, el límite por el norte donde debe de haber coincidido con las cumbres de las sierras de Ayllón y de Guadarrama, más allá de las cuales se hallaban los territorios de los municipios de Duratón/Sepúlveda y de Segovia.

Sobre el conjunto epigráfico de Complutum, el más importante de la provincia de Madrid, informan las recientes obras de R. C. Knapp, Latin Inscriptions from Central Spain, Berkeley - Los Angeles - Oxford 1992 y Mª Ruiz Trapero, Inscripciones Latinas de la Comunidad de Madrid (siglos I- VIII), Madrid 2001. De índole local es el trabajo de Mª J. Rubio Fuentes, Catálogo epigráfico de Alcalá de Henares, Alcalá de Henares 1994, autora que, en su tesis doctoral inédita La Historia en piedras. Inscripciones y lápidas de la comarca complutense (s. I - XIX), leída en 1999 en la Universidad de Alcalá, rebasa los límites de su publicación anterior territorial y cronológicamente. Por sus excelentes fotografías cabe destacar el catálogo de la exposición Complutum. Roma en el interior de la Península Ibérica (Alcalá de Henares, 18 de Mayo a 26 de Julio de 1998), Alcalá de Henares 1998. A ellos hay que añadir el corpus de J. M. Abascal Palazón, Epigrafía romana de la provincia de Guadalajara, Wad–al–Hayara 10, 1983, 49–113, con los suplementos del mismo autor en Addenda et corrigenda a la epigrafía romana de la provincia de Guadalajara, Studia Historica (Historia Antigua) 6, 1988 (Homenaje al Profesor Marcelo Vigil II), 133–136. Mientras que en las ediciones de E. Hübner las inscripciones de Complutum y su territorio apenas superaban las cincuenta (CIL II 3024-3047. 3054-3060. 3063-3068. 5855-5859. 6305-6307. 6338bb; EE IX 310-315. 4227; IHC 397), su número se ha triplicado llegando a 170 las que pueden consultarse en esta página web. Respecto a las ediciones anteriores lo más novedoso que aquí se presenta son las bellotas de plomo (nn. 124Aa-125Ak)de la zona de Guadalajara con los eslóganes políticos del procónsul rebelde Sertorio así como la serie de grafitos (nn. 60-112) que, además de lo que aportan a la onomástica antigua, son el testimonio mas fehaciente del índice de alfabetización de una parte de la sociedad de Complutum. La mayoría de los nombres incisos en diversos objetos fabricados en terra sigillata muestran que sus dueños eran esclavos o libertos que desde luego supieron escribir y, a veces, de una forma muy perfecta. El resto de los epígrafes complutenses conforman también un rico y variado conjunto tanto de soportes -entre los que destacaríamos las cupae (nn. 22-23, 25?, 38bis, 122a, 142)- como de textos, donde onomástica, cognationes, dioses, cargos municipales y formularios sepulcrales son el testimonio de la realidad de una parte de los habitantes de la zona oriental de la actual Comunidad de Madrid en época antigua.