Hijo de Pedro Pecha Calderón y Francisca Heredia, pertenecientes
ambos a notables familias de Guadalajara y de Hita, y emparentado con los duques del
Infantado, tuvo como ascendente a Pedro Fernández Pecha, el fundador de la Orden
Jerónima.
Hernando Pecha, después de recibir su formación en el colegio de
los jesuitas de Alcalá de Henares, impartió
en ella clases de latín en varios colegios. La buena fama que alcanzó en las tareas
docentes y organizativas le valió la confianza de la Orden, que le encomendó la
organización del colegio de San Francisco Javier en Nápoles. A su vuelta a España fue
nombrado rector de los colegios que la Compañía de Jesús tenía en Plasencia y Talavera
así como del colegio de la Santísima Trinidad en Guadalajara, que puso en marcha
definitivamente en 1631, tras su fundación y dotación en el año 1619 por el alcarreño
Diego de Lasarte y su mujer Mencía. Su dedicación a la Orden no le impidió mantener una
estrecha relación con personajes relevantes de la Corte habiendo sido confesor y director
espiritual del Conde Duque y de la sexta Duquesa del Infantado Ana de Mendoza.
Historiador experto en Genealogía era consultado en pleitos de
nobleza sobre los derechos y posesión de los títulos nobiliarios, tarea que le era
facilitada por sus relaciones y en especial por su amistad con la Duquesa que le permitía
un acceso directo al archivo familiar, cuya consulta pudo realizar con asiduidad en la
época en que fue rector del colegio de Guadalajara. También el amor que profesaba a su
patria chica le incitó a conocer profundamente la historia de su ciudad y las obras
históricas de los que le habían precedido, como Francisco Medina y
Mendoza. Además de escribir la hoy perdida Vida de doña Ana de Mendoza duquesa
del Infantado compuso un Tratado sobre la primacía de la Iglesia de Toledo
sobre las demás iglesias españolas, que permaneció inédito. La misma suerte corrieron
su Comentario al cronicón de Julián Pérez, fechado en el año 1630, y el Parecer
de don Tomás Tamayo sobre la ciudad complutense. Mejor suerte corrió su obra
compuesta hacia 1632 con añadidos y correcciones posteriores, cuyo
manuscrito, conservado en la Biblioteca Nacional de Madrid (ms. 1756) y editado en fechas
relativamente recientes, lleva por título Historia de Guadalaxara y cómo la Religión
de San Gerónymo fue fundada y restaurada por sus ciudadanos. Estructurado en seis
libros, este tratado se divide en cuatro partes: la primera trata sobre la fundación, por
sus antecesores, de la Orden de San Jerónimo; la segunda sobre personajes eclesiásticos
de la ciudad de Guadalajara; la tercera está dedicada a esta ciudad, a su organización y
a las biografías de sus personajes relevantes; la cuarta, la parte más extensa, a la
familia Mendoza, Siguiendo a Medina y Mendoza, para dar lustre a Guadalajara, cuna de los
Mendoza, Pecha mantiene que en la Antigüedad fue Complutum, ciudad de fundación
romana calificada de urbs y civitas por los historiadores latinos.
De su manuscrito, prestado a Nuñez de
Castro y a Francisco Torres, fueron copiados
capítulos enteros sobre todo por el primero, que se los atribuyó como propios.
© H. Gimeno Pascual
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